Siempre mirando al negocio y la rentabilidad. Veo desde tiempo ha, que los restaurantes están virando a la comida instagrameable. Es una evolución lógica, empujada por la generación millenial acostumbrada a sacar fotos y compartir sus momentos.
Vemos y consumimos cocina desde nuestro ordenador: Fotografías deliciosas. Videos explícitos donde la cámara nos recrea con un zoom en el queso chorreante; en el momento crujiente; en la salpicadura atractiva y calculada.
Hay similitudes con la denominación porn food asi como la comida unicornio de la pagina @CocinaDelirante , pero no esta todo en el mismo saco.
El porn food seguiría el ejemplo del cine X. Un placer es de voyeur, onanista, íntimo y muy visual. Agradezco a @foodiefanatic00
En ese viraje hacia lo visual, la forma prima sobre el fondo. Atrás quedaron esos mazacotes pantagruélicos o guisos informes. Independientemente de que el producto sea bueno, en la foto no se valorará.
El mundo de la fotografía, y de la moda, se han colado en la gastronomía. ¿O al reves? Da igual, el resultado generado es el mismo.
Restaurantes que inteligentemente se han sumado a la tendencia que, será norma. Platos de colores y formas variadas, fondos estridentes, accesorios como cestitas, paquetitos, bolecitos. Todo mini & mono.
Todo tiene sus extremos, y tampoco se trata de recrear platos de unicornio, llenos de multicolores, magia y dulce. Los adolescentes, tendrán dinero dentro de 10 años. Es un segmento que empuja y será cliente en 10 años. Pero hoy en día, el grueso de adolescentes no da dinero a los restaurantes.
El otro extremo, porn food, sería algo muy chorreante como vemos en este video. de nuestros amigos de @InsiderCheese Es arriesgado de no ser que tu negocio esté en una gran ciudad. O sea un Pop-Up restaurant.
Entre el porn food y lo cursi unicornio hay grises. Me quedo con el erotismo y el savoir faire. Un plato elegante y dispuesto según la tendencia.
Siete reflexiones profesionales de hotelería y restauración:
- Es cierto que conviene valorar renovarse. Invertir y cuidar la forma del manjar, la vajilla, la copa…
- También es fundamental estudiar la iluminación, creando un ambiente íntimo, cálido e instagrameable.
- Siempre valorando el ROI de la inversión y los escandallos del manjar.
- Los camareros también forman parte de la tramoya. Delantales vaqueros, aspecto vintage y un sobresueldo si lleva barba. Lo queremos todo y pagamos por todo.
- Una música, una lista de spotify adecuada.
- Una de las ventajas de la decoración en tendencia es que es diáfana y orgánica, lo cual lleva a una posible reducción de costes en mobiliario y lencería del restaurante.
- Tienes miles de ideas en Instagram o Pinterest. Empapate bien, es bonito y estoy seguro te gustará.
Tener en cuenta que lo anterior citado se vincula directamente con el RevPash del restaurante. Que es la media entre el revenue y los asientos por hora. Si no lo tenemos en cuenta nos puede suceder como en la cafetería del ejemplo que incidí en este pasado post. E ir cuesta abajo.
¿RevPash? En otro post hablaremos del RevPash.
Un hotelero saludo.